Ronaldinho Gaucho

3/08/2006

Ronaldinho ejecuta al Chelsea

A los grandes jugadores se les pide eso, que aparezcan en las grandes noches. La de ayer lo era. Y apareció Ronaldinho, el mejor jugador del mundo hasta que otro demuestre lo contrario. El brasileño sentenció al Chelsea y a Mourinho con un gol sensacional cuando la eliminatoria llegaba a su fin. La puntilla que premiaba el trabajo del Barça por el buen hacer en Stamford Bridge y en el Camp Nou -ayer con más de 98.000 espectadores-. El Barcelona se mete en cuartos de la «Champions» con toda justicia.

Por muy buen equipo que sea el Chelsea, la verdad es que la eliminatoria quedó resuelta hace dos semanas en Stamford Bridge. Quedaba cierto cosquilleo por la envergadura del partido, que enfrentaba a los dos titanes de Europa, pero tampoco fue una de esas noches de taquicardias. No se esperaba a un Chelsea agresivo y alocado en busca de la remontada. Y así fue.

El conjunto inglés quiso llevar el duelo a su terreno, con trabas continuas y a la espera del mínimo error para meter mano. Y lo consiguió durante la primera mitad hasta cierto punto, pero falló en el factor sorpresa y se topó siempre con Motta y Márquez, soberbios anoche. Mientras, el Barça jugó a contemporizar. A golpes es más fuerte que el Chelsea, por lo que se dejó llevar y aceptó el planteamiento del rival, aunque fuera contrario a su filosofía.

Rijkaard prescinde de las bandas

Sin embargo, los planes de Rijkaard se vieron alterados con la lesión muscular de Messi -problemas en los isquiotibiales de la pierna derecha-, obligado a abandonar el campo -sin teatro- en el minuto 24. Sorprendió el técnico holandés al dar entrada a Larsson en vez de a Giuly, ya que prescindía por completo de un hombre puro de banda olvidando que el Chelsea es un equipo tremendamente vulnerable por ambos laterales, estén Ferreira, Gallas, Del Horno o Geremi. Ya podría Mourinho invertir el dinero de Abramovich en reforzar sus costados, demasiado vulgares entre tanta estrella.

El caso es que las cartas quedaron marcadas desde el principio. Los ingleses sabían que el Barça se atonta con los balones aéreos y de ahí que buscaran faltas para encerrar a la zaga azulgrana, que falló en los ajustes -Drogba intentaba sin cesar el desmarque entre los centrales- aunque sin lamentar males mayores. Y el Barça a lo suyo, abortando cualquier intento de salida del rival cortando a Makelele -el menos creativo, pero el que la saca-.

No supo aprovechar el Barça los errores del Chelsea en la salida del balón, algo atípico en el equipo londinense. No supo o no quiso, porque estuvo estático en ataque y se empeñó en entrar por el centro como un embudo, un terreno infranqueable viendo la calidad de Terry y Carvalho, colosales en el cruce. Además, tampoco le iba la vida en el asunto, el 0-0 era buenísimo.

Mourinho apretó dando entrada a Crespo y a Gudjohnsen, aunque para ello prescindió de Drogba y Duff. Pero sin atacar es casi imposible marcar. El único que lo intentaba era el Barça, que tuvo una oportunidad destacada con un disparo desde la frontal de Eto´o. Fue el preludio al gol sensacional de Ronaldinho, que bailó a la defensa británica y colocó un balón imposible para Cech. Puro genio el brasileño. El tanto de Lampard de penalti, en el minuto 93, sirvió de bien poco.

Lo peor para el Barça es que pierde a Puyol para el partido de ida de cuartos por acumulación de tarjetas