Ovacionan a Ronaldinho, pitan a Berlusconi

Ronaldinho ejerció de malabarista en San Siro y ofreció al público rossonero alguno de esos detalles de magia que él, sólo él, es capaz de inventar. Ovacionado por el Meazza en la presentación del equipo, espectacular fueron los “oooolés” que provocó con uno de sus típicos calentamientos, cuando posa la bola en la nariz, la baja sin mirar y la acuna con cualquier parte de su cuerpo. La tocó con un actor cómico, Hugo Conti, que participó en la oscarizada película 'Mediterráneo' y la gente sólo decía: “E come un cartone animato (es de dibujos animados)”.

Es el más grande. Aquí también lo saben y estos tifosi han visto muchos campeones a lo largo de su historia. Como los buenos vinos, Rijkaard reservó al más grande para los minutos finales, cuando restaban 18 minutos de juego. Cuando el balón llegaba a sus pies, el estadio enmudecía y eso que Simic le marcaba casi al hombre.

Si los oé,oé,oé, oé se los llevó Ronaldinho, el que no estará nada, pero que nada contento es Silvio Berlusconi. Apareció el jefe del Gobierno italiano en la tribuna de honor de San Siro a las 21.46, cuando Stoichkov había agotado la gasolina y su Milan ganaba 2-0. La grada descubrió su presencia y los silbidos fueron creciendo en intensidad. Aplaudía la grada joven, poco más. La segunda pitada de la noche la sufrió el magnate cuando la megafonía recordó sus 20 años como propietario-presidente del Milan. Piensa 'Il Cavaliere' que con la ayuda de esas Copas que ha ganado con su Milan vencerá en las elecciones del 9 de abril, pero en su propia casa, en el Meazza, le pitan.